Me ha pasado en varias ocasiones. Cuando le he dicho a algún amigo o amigo que vivía en Cercedilla, la mayoría de ellos me han dicho que lo conocían de haber hecho rutas de senderismo por allí.

Muchos de ellos me han comentado que se acordaban todavía de ir con el embutido y comprar el pan para hacerse el bocadillo en una panadería cerca de la estación de tren. Muchos años después todavía se acordaban del sabor de ese pan.

Pues bien, esa panadería se llama «El Molino», ya que se encuentra al lado del antiguo molino del puente de la estación, y sí, el pan sigue siendo el mismo y sigue teniendo ese maravilloso sabor a pan, pan. A pan de verdad, no a esa barra congelada y horneada cinco minutos antes de vendértela que tan to se estila ahora.

Si usted ha tomado la sabia decisión de ir a Cercedilla en coche y quiere disfrutar de ese pan, sólo tiene que estacionar en el aparcamiento que hay nada más pasar del túnel de la estación y bajarse a comprarlo.

Si usted ha tomado la aún más sabia decisión de ir a Cercedilla en transporte público, contribuyendo con ello a aliviar la contaminación y las aglomeraciones de vehículos en el Parque Nacional, sólo tiene que bajar la cuesta de la estación para adquirirlo.

Pero si usted, no es ya que tome sabias decisiones, sino que es una sabia persona que tiene la suerte de residir en este hermoso pueblo, que sepa que tiene la posibilidad de se le incluya en la ruta de reparto y disfrutar de ese maravilloso pan todos los días que se encuentre allí.

!Buenas noticias eh¡ .