Repita conmigo: «Yo me lo merezco».
Me merezco ir a un lugar tranquilo, donde no escucharé ningún ruido molesto.
Me merezco disfrutar de una piscina solarium en verano o de un salón con chimenea durante el resto del año.
Me merezco un lugar cuidado hasta el último detalle, con unas magníficas vistas a los picos más emblemáticos del Parque Nacional del Guadarrama.
Me merezco ir a un lugar donde me mimen y me cuiden, donde haya gente que su máxima preocupación consista en mi total y completo disfrute.
Me merezco poder hacer un parón y desconectar del todo.
Me merezco degustar su deliciosa gastronomía. Deleitarme con la naturaleza que lo rodea, con la belleza del lugar.
Quiero sentir que el tiempo se desacelera, se ralentiza.
Me merezco, en definitiva, experimentar la calidad de vida que se logra en lugares como Luces del poniente.
Uno de esos lugares en los que, cuando uno se hace mayor, se acuerda de haber estado.
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